<< No tengas miedo >>, le susurré.
<< Somos como una sola persona >>.
De pronto me abrumó
la realidad de mis palabras.
Ese momento era tan perfercto, tan auténtico.
No dejaba lugar a dudas.
Me rodeó con los brazos,
me estrechó contra él
y hasta la última de mis terminaciones
nerviosas cobró vida propia.
<< Para siempre >>, concluyó.
Juas juas :D
ResponderEliminar